Desde que me encontré con mi calmo compañero que ando dándole vueltas a las fechas repetitivas de la vida. Esto porque él me replicó varias fechas personales. Anoté entonces que tengo una acumulación de fechas en abril y septiembre. Tengo casi 20 fechas en el mes de abril y 15 en septiembre. En los otros meses, tengo 4 o 5, acumuladas en torno a un número.

A raíz de esto me puse a estudiar de constelaciones familiares, y hace poco me llegó lo de los árboles transgeneracionales. Así que me puse manos a la obra, hice mi árbol familiar, con nombres y fechas importantes: nacimientos, muertes, matrimonios, divorcios, accidentes, cambios de casa, inicio y término de relaciones, etc.

Haciendo una lista de fechas, me va quedando claro que somos totalmente cíclicos. Facebook me ha ayudado mucho en esta observación, con su aplicación de los recuerdos: repetimos días con problemas en casa, con peleas, o con momentos agradables; observaciones sobre el clima –sí, se repiten los días fríos, los días con arreboles- y reuniones con ciertas personas.
También me he dado cuenta cuan sensibles nos ponemos en fechas de aniversarios de muerte de nuestros seres queridos. Por esto mismo, opté por anotar en el calendario de la casa las fechas importantes de los 3, para estar atentos a bajones, mochas o reacciones fuertes.

Ahora, cuando llega un paciente a mi consulta, presto mucha atención a las fechas y ciclos familiares. Suele suceder que si una persona repentinamente entra en pánico por quedar en bancarrota, es porque algún ancestro vivió esa experiencia a la misma edad. O una mujer que se dice que ya puede morir porque llegó a la edad en murió su madre, y muere.
Si llega alguien en crisis emocional, busco en su aura y llego a imágenes de alguna crisis o pérdida familiar. Me han llegado historias como un incendio de una casa en una fecha de aniversario de la muerte de una hija. Enfermedades que comienzan en el aniversario de la muerte de un padre. Pesadillas o crisis de pánico en la fecha de aniversario de un accidente. Relaciones de pareja que no funcionan porque comienzan en la fecha del matrimonio de los padres que terminó en divorcio. Crisis de pánicos en días de una pérdida de un bebé… o alguna enfermedad aparece justo en esos días. Perdemos un bebé por replicar la historia de la madre o abuela materna. Personas que se suicidan siguiendo a algún otro suicida. Personas con depresión endógena e intenstos suicidas que siguen un patrón muy claro de fechas de crisis… hasta escuchan la voz de su ancestro diciéndoles que se suiciden…

Con Harold había aprendido cuánta energía de nuestros padres y ancestros llevamos en al aura… pero ahora lo he ido sistematizando. El solía decir que la mayor parte de nuestros problemas de adultos venían de las enseñanzas de nuestros padres. Pues con la experiencia actual, creo que el 90 a 95% se originan en nuestros linajes.
Tanto así, que nuestro espíritu elige fechas familiares para encarnar, elige nombres ya usados en nuestros ancestros; profesiones y caminos de vida similares. Parejas que replican temas de nuestros ancestros, y que vienen de árboles con fechas similares.
Replicamos fechas de accidentes, de enfermedades, de titulación y otras cosas de nuestros ancestros.

Revisando mis fechas, hasta los cursos más removedores para mi consciencia – los de Harold, Ambrosio y Adyashanti- comenzaron y terminaron en fechas sensibles para mí: nacimiento de mi hermana enferma, nacimiento de mi padre, fecha en que cayó detenido mi padre tras el golpe militar, cumpleaños de mi hermano. He recogido gatos en fechas sensibles, y se han ido de este mundo siguiendo mi calendario familiar. Dí mi examen de título el 4 de septiembre, día en que falleció mi abuela paterna, y el día 5 era el aniversario de matrimonio de mis padres; y recibí mi título universitario en abril, el otro mes en que tengo acumulación de fechas sensibles.

Hacer el listado de fechas nos ayuda a hacer consciente la herencia familiar, y nos ayuda a entender estados de ánimo, enfermedades, accidentes. Como decimos en buen chileno, ‘caen hartas tejas’… o como dijo una brujis amiga: ‘me cayó un tejado completo encima’.

La herencia de los ancestros es tan fuerte, que puede que resonemos con fechas que ni siquiera conocemos. Por eso es necesario hacerlo en compañía de los integrantes mayores de nuestra familia. Así iremos develando poco a poco el tejido del que estamos hechos.

La maravilla de hacer consciente toda esta herencia, es que nos permite liberar con amor esos contratos y ese legado emocional traumático, permitiéndonos vivir nuestra propia vida libremente.

Y sí… escribo esto cerquita de la fecha de nacimiento de mi madre y mi abuela paterna.

Namasté!

 

Fechas y ciclos