Hace mucho, mucho tiempo que no escribía sobre vidas pasadas. Tanto paseo por la vida de la mano de la meditación, me ha cambiado bastante la mirada hacia este tema y experiencias.
A raíz de la regresión de una colega amiga, en la que vio con todo detalle un emblema japonés, estuvimos conversando sobre las vidas pasadas.
Por un tiempo busqué muuuucho, cada vez que conocía a alguien, buscaba hacia atrás. Me hacía las regresiones sola, con el audio del libro de Brian Weiss grabado en un casette. Todavía guardo el block donde escribí cada sesión.
Así descubrí vidas en común con mis maestros (no he buscado con todos, pero seguro las hay). Con mis terapeutas, con amistades, y por supuesto la familia y parejas.
Me sucedió un par de veces en clases con Harold, de escucharlo y videntearlo mientras contaba historias de sus vidas anteriores: me vi y sentí dentro de la escena que él estaba comentando. Mi aura y cuerpo reaccionaron a la historia y a la situación… se lo comenté en el momento, y él ratificó mi percepción.
Con Adyashanti, he tenido sensaciones vívidas un par de veces, sin buscarlas… como no lo he visto en persona aún, y a él no le interesa el tema, dudo que pueda ratificarlo, jaja. Él dice no entender el tema, por eso prefiere no tocarlo en sus enseñanzas. Para mí fue fuerte verlo en visiones dentro de sanaciones o meditaciones, las que explicaron algo de lo que me remueve él como maestro.
Con Ambrosio Espinosa no he buscado… en Sat Nam Rasayan dicen que uno llega a esta técnica porque se ganó el privilegio a través de varias vidas. No me gusta esta visión, pues la encuentro algo sectaria. Y si busco, seguro encuentro algún recuerdo con mi maestro de sanaciones.
Muchas veces he sentido que la mayoría de mis pacientes son personas que maté en otras vidas: una vez me llegó el flashazo con un bebé de 6 meses que no paró de llorar apenas entró a la consulta.
He visto en hartas historias que es una manera rápida de equilibrar karma… en vez de ir vida por vida… Si uno es terapeuta o enseña, equilibra karma de una sola vez. Lo vi así en mi profe gringo Harold. También en Adyashanti. Mataron muchas personas en vidas pasadas, y al enseñar equilibran miles de muertes en una encarnación.
En mi caso, sé que tuve una vida tóxica de esquizofrénico en la que maté miles de monjes budistas… creo estar equilibrando esas muertes, y otras tantas en las Cruzadas y Atlántida.
También he tenido experiencias tremendas de reencuentros con personas de otras vidas. Una de estas vidas me la corroboró Harold, y aún así no la creo… el reencuentro fue años después de la primera vez en que vi esa vida.
A veces siento que no hay explicación posible para todo esto… Suelo pensar que de tanto leer sobre determinados temas, uno se cuenta el cuento y se lo cree. Por ejemplo con historias como Lemuria, la Atlántida, los Anunnakis, las Cruzadas. Sobre los tres primeros no hay fuentes históricas donde confirmar lo que uno ve, pero me llama la atención la consistencia de las percepciones en todo aquel que tiene “recuerdos” de haber vivido ahí.
Tengo de esos “memorias”. Y en la caso de la Atlántida, son experiencias brutales que al “revivirlas” he quedado arrasada, destrozada, llorando a mares. Y ha sido más impactante aún cuando el recuerdo ha sido compartido con alguien actual. Un par de veces he terminado llorando abrazada con aquel compañero de recuerdo, hasta pidiendo perdón por algo que ocurrió hace eones.
Me ocurrió lo mismo con Lemuria: cuando un compañero de clarividencia me leyó una muerte en la mega inundación. Yo no paraba de llorar, no entendía qué me ocurría, y fue Harold quien me dijo que en esta vida me tocaba resolver esa muerte.
Algunos «recuerdos» son tan fuertes, que en varias ocasiones me he puesto a hablar desde esa persona, tiempo y espacio. Ha sido muy fuerte, sobre todo en vidas donde ejercí como bruja o maga. Cada vez que me ha ocurrido el hablar desde esa vida, me arrasan las emociones… y es tan extraño estar en esta vida, en mi espacio conocido, mi casa, mi consulta, pero al mismo tiempo ver y sentir y experimentar algo de otro espacio tiempo.
Pasé por épocas en que buscaba explicaciones de todo en vidas pasadas. Buscaba a mis nuevas amistades, profesores, terapeutas, a quien fuera. Pero cuando conocí a mi compañero ya no lo busqué. Ya venía meditando un tiempo, y me estaba permeando a una percepción mucho más calma de la vida. Si busco, seguro encontraré, pero esta vez siento que no es necesario ni me sirve. Elegí vivir esta relación a consciencia plena en el aquí y el ahora.
Ahora tengo una visión más integradora: somos una sola conciencia y red de energía, un solo mar de energía y consciencia que incluye planetas, estrellas, humanos, aves, insectos, árboles, rocas, fuego, aire, nubes, agua, ángeles y arcángeles y dioses. Siento que para quien somos ahora como humanos encarnados, nos sirve tomar como propias ciertas escenas de la historia del mar original de la consciencia, pero eso no implica que hayamos sido esa persona. Esto explicaría por qué hay tantas Cleopatras y Napoleones y Jesuses dando vuelta por el mundo.
Desde este punto de vista, si “retrocedemos” en nuestras vidas, todos podemos llegar al inicio de la creación, haya sido lo que haya sido… todos podemos tener “memorias” de creaciones de planetas, guerras interplanetarias y cosas tan descabelladas como esas. Pues en el Universo están guardados los recuerdos de cada evento experimentado por la Consciencia Original.
Pero esta explicación no borra ese remecimiento de tripas y consciencia cuando uno ve ciertas escenas del pasado… y no tengo una explicación al respecto. Como dice Jodorovsky, el cuerpo toma las metáforas…. y si estas historias y visiones nos sirven… pues usémoslas.
Si es por mirar desde la perspectiva del juego de la vida y la rueda de las encarnaciones, ahora le doy más atención a las historias de los ancestros, siento que son explicaciones más potentes a lo que vivimos… y si me preguntan por las vidas pasadas, las leo. Si es por poner en orden las dos influencias, podría decir que elegimos la familia en que encarnamos por el karma positivo y negativo acumulado en la rueda de las encarnaciones.
Quizás en unos años más tenga otra percepción…
Bendiciones!