«Después del taller (de meditación) del sábado tuve “la oportunidad” de experimentarlo con un “terrible” dolor de estómago, que me dio por estresarme… en realidad reconozco un rollo de mi ego , entendí después de un rato que era un dolor que sentía muchas veces años atrás . Ahora lo entendí.. me fui a la casa y me acosté…. empecé a meditar, lo dejé ser y fluir y en menos de un cuarto de hora DESAPARECIÓ. Casi no pude creer que había sentido ese dolor un rato antes.
Gracias Vero…»