
En el Día Internacional de la Visibilidad del Autismo:
SOY AUTISTA
Uno de los grandes descubrimientos que me trajo el poco amable año del jabalí (2019) fue el AUTISMO.
De la mano del libro de Rudy Simone -Asperger en femenino- comencé el proceso de resignificar mi vida entera.
De la mano de textos y videos de Temple Grandin he aprendido del funcionamiento de mi cerebro visual privilegiado para bucear en las capas de la mente propia y de otros; es un rasgo muy útil para una sanadora y para la meditación.
De la mano de ambas mujeres, descubrí que mi amada madre y dos de mis maestros son del espectro autista.
De la mano de colectivos, comunidades y terapeutas autistas, voy recordando, resignificando y comprendiendo mi vida.
En mi corazón… Siempre he sabido que tengo un sistema operativo, un cableado neurológico distinto a la ‘norma’.
Mi amada madre siempre se supo distinta, y me crió y educó orgullosa de mis diferencias, de mi cerebro privilegiado. Ella también estaba orgullosa de no encajar en la norma, y de tener una mente especial.
Entonces, soy mujer autista hija de mujer autista 💖
Bendiciones madre amada! Gracias por tanto!

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