Mensajes y besos del más allá…

Estábamos hablando con Soledad de tres cosas potentes que hicimos con la lista: apagar un incendio forestal, limpiar una isla post tsunami y otra que no recuerdo.

Y cuando le dije lo de la isla, me quedé callada, porque sentí llegar a Humberto mi lado derecho, a darme las gracias dándome besitos en la mejilla. Yo le pedía que se fuera, que no soportaba la sesación tan física de sentirlo juguetón a mi lado agradeciéndome la ayuda.

Yo me puse a llorar y le pedí varias veces que se fuera, pero no se iba. Sentí que quién me iba creer estoy y otras cosas, sentí que hago cosas muy grandes. Él me dijo que sí me creen, y que tengo que seguir adelante.

Eva le dijo que se fuera, que esta es su casa. Él se rió, y le dijo que lo disfrutara, y llegó un olor a vainilla fuerte, y le dieron ganas de reírse. Humberto estaba muy risueño. Soledad me preguntó si había más muertos en la habitación, y le dije que sí, que varios.

Dije varias veces que el corazón de Humberto era enorme, y que yo apenas podía sostener la sensación de expansión de su corazón en el mío. Fue eso lo que me agotó.

Humberto me dijo que le iba a hacer una broma a Antonio (fue iniciativa de él, no mía), Sole no recuerda si estábamos hablando de Antonio antes que llegara Humberto o no, pues cuando llegó absorbió toda la escena. Dice Soledad que era todo muy risueño, y que la broma iba a ser que él iba a meterse en el sueño de Antonio, y que le iba a pedir en el sueño que me dijera a mí “soñé con Humberto”. No le he preguntado a Antonio, jaja.

Soledad aprovechó el minuto para pedirle que le dijera al hombre que le gusta que atinara. Humberto le dijo que se relajara, que ella sabe que la quiere.

Después  él me dijo que quería que yo diera mensajes a ciertas personas, y yo le dije que como lo iba a hacer… me mostró imágenes que me explicaron cómo hacerlo.

Soledad me pregunta qué cómo será, y le cuento del contacto en casa de Rosi, con el tipo que trabaja en el programa de síquicos de un canal online, y que a través de eso Humberto vio que yo puedo hacer muchas cosas. Le explico a Soledad, y ella me dice “ahhh, ok, así es como vas a llegar a las masas”…

Él me recalcó lo de los mensajes a conocidos de él, y pensé en la Flo. Humberto insistió en los mensajes, y yo le dije que cómo a tanta gente, y me presionaba. Así que escribí en papel los nombres, y ahí dejé grabadas las imágenes de lo que quiere que diga. Dice Soledad que escribí lento, escuchando atentamente y le dije que después tengo que videntear la lista escrita a mano para recordar lo que me pidió trasmitir.

Dice Soledad que entremedio ella preguntó qué era la lista que escribí, y yo le dije que eran colegas de Humberto, y él mismo dijo que la empresa se ha ido para abajo por la arrogancia del director.

Al final Soledad quería preguntarle cosas sobre la muerte, pero no lo hizo, preguntó por su papá. Humberto le dijo que estaba enrabiado, porque no hizo en este mundo aquello a lo que venía. Soledad preguntó si ya había reencarnado, y él dijo que no, pero estaba a punto.

Humberto me recalcó que yo soy canal para los muertos, y que es necesario que lo haga.

Le pedí varias veces que se fuera, porque ya no aguantaba la sensación física de sentirlo, fue muy cariñoso, risueño y coqueto. Pero no se fue hasta que me dijo lo de ser canal.

Entonces se fue, y el ambiente cambió totalmente. Dice Soledad que algo se soltó, ella dejó de sentir ganas de reírse, yo la volví a mirar a los ojos y mi mirada volvió. La impresionó mucho el cambio de vibra y ambiente.

Yo sentí que salí de algo como un tubo, estaba con la atención muy focalizada, escribiendo y escuchando, y se me abrió la percepción y el horizonte.

Y todo volvió a la normalidad.